Proyecto que busca promover el conocimiento de pautas que permitan el desarrollo armónico del niño basándose en el concepto holístico del neurodesarrollo.
El cerebro en desarrollo debe ser cuidado desde siempre. En los primeros 1000 días de vida, que se inician desde la concepción, son la impronta genética y las influencias ambientales las que confluyen para determinar el ritmo madurativo cerebral del niño, el cual es un proceso dinámico y de gran complejidad.
Cada etapa del neurodesarrollo le permite al niño adquirir habilidades que se establecen durante el proceso de maduración cerebral y que se irán perfeccionando, a lo largo de toda la vida del individuo.
Actualmente los trastornos del neurodesarrollo son poco o mal entendidos bajo la creencia popular de que “ya pasarán”; lamentablemente muchos de los problemas son recién atendidos cuando empiezan las dificultades de la escolarización, pudiendo estas pueden ser: