La epilepsia ha sido considerada como la condición estigmatizante por excelencia. La gente con epilepsia reporta sentimientos de rechazo y de discriminación (7).
El concepto de estigma ha sido descrito como un atributo profundamente desacreditante y que potencialmente conduce a las personas con epilepsia hacia la psicopatología.
Al respecto, tiene mucha significación la reacción de los padres frente al diagnóstico que suele acarrear vergüenza, ocultamiento o sobreprotección.
El diagnóstico de epilepsia influye sobre el individuo y su entorno y podría producir significativas consecuencias de acuerdo con la forma en que se resuelva o se asuma dicho diagnóstico; algunos individuos llegan a mirarse a si mismos a través de él; otros reaccionan negando el trastorno o tratando de buscar alternativas que les permitan autoconvencerse de algo distinto.
Sentimientos de estigma pueden aparecer como directa consecuencia de lo que experimentan los otros, del miedo o el terror de estar con una persona que tiene crisis, y el problema puede exacerbarse por la falta de información detallada sobre él. O por las erróneas expectativas creadas alrededor de las crisis..
La severidad de la condición, que debe definirse por tipo y frecuencia, así como la personalidad del individuo pueden reflejar la respuesta a experiencias directas o indirectas de discriminación.
Es muy importante recordar que existe gran diferencia entre pacientes, ya que algunos no tienen sentimientos de discriminación, mientras otros exacerban el problema.